Mis pies quieren tener una dirección al caminar, mis manos un sentido al obrar, mis brazos un ideal al defender, mis ojos un blanco al observar, mis labios un cometido al hablar, mi corazón una musa al amar, mi cuerpo un propósito al trabajar, mis pensamientos un ideal al cavilar y mi mente un designio al crear. ¡Señor, dale a mi vida una causa porque luchar!
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